La digitalización de procesos en la industria minorista continúa redefiniendo el manejo de operaciones de merchandising y precios, buscando una mejora continua y mayor eficiencia. Las etiquetas digitales se destacan entre las innovaciones tecnológicas emergentes, con gigantes del retail como Walmart liderando su adopción. Esta tecnología permite adaptaciones rápidas a las condiciones del mercado, una ventaja crucial en el entorno del retail.
Tradicionalmente, cambiar los precios en los productos implicaba un proceso manual que consumía mucho tiempo y estaba propenso a errores, afectando la precisión de los precios en los anaqueles. Con la introducción de las etiquetas digitales, este proceso ha sido revolucionado, permitiendo actualizaciones automáticas a través de aplicaciones digitales. Por ejemplo, en una prueba piloto en Texas, Walmart demostró la eficacia de estas etiquetas al ajustar los precios de 100,000 productos a través de una aplicación móvil, subrayando la eficiencia y efectividad de la tecnología.
La capacidad de modificar precios en tiempo real es una ventaja significativa que ofrecen las etiquetas digitales al sector retail. Desde la perspectiva del revenue management, esta tecnología facilita una estrategia de precios más ágil y basada en datos. Para los trade marketers, esto es especialmente útil, ya que pueden implementar promociones y ajustes de precios con precisión y rapidez, garantizando que las ofertas sean relevantes y atractivas para los consumidores en el momento adecuado.
Las etiquetas digitales ofrecen numerosas ventajas en el ámbito del trade marketing:
Las etiquetas digitales también son cruciales para el revenue management:
Las etiquetas digitales presentan un avance significativo hacia un retail más conectado y digitalizado, lo que requiere una adaptación continua de las estrategias de trade marketing y revenue management para mantenerse competitivos. Aunque ofrecen muchos beneficios, es crucial abordar las preocupaciones de los consumidores sobre los cambios imprevistos de precios y ser transparentes en el uso de esta tecnología para evitar malentendidos y asegurar que se perciba como una mejora en el servicio, y no como una estrategia de precios fluctuantes.