La estrategia de Perfect Store o "Tienda Perfecta" ha ganado gran relevancia en el ámbito del retail, al brindar un enfoque holístico para optimizar la experiencia del cliente en el punto de venta físico y digital. Originalmente impulsada por gigantes de los bienes de consumo masivo como P&G y Unilever, esta metodología ha trascendido a diversos sectores donde la satisfacción del consumidor es clave para el éxito comercial.
El punto de partida fundamental es un profundo conocimiento del negocio y, sobre todo, del comprador. Mapear los procesos a lo largo de la cadena de suministro es esencial, identificando oportunidades desde la producción para satisfacer las preferencias del cliente en aspectos como calidad, valores ESG (ambientales, sociales y de gobernanza), desarrollo de nuevos productos, entre otros.
Luego, la disputa se traslada a los estantes o canales digitales, donde entran en juego las acciones de merchandising y trade marketing para lograr una ejecución eficiente en el punto de venta (sell-out).
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Pilares y KPIs de la Tienda Perfecta
Para medir el éxito de esta estrategia, se definen KPIs (Indicadores Clave de Desempeño) agrupados en cuatro pilares fundamentales:
1. Disponibilidad o eficacia de los productos: Mide la capacidad de mantener los productos deseados en stock, evitando desabastecimientos y frustraciones al cliente. Depende de una adecuada planificación de demanda, procesos logísticos sólidos y políticas de reabastecimiento ágiles.
2. Visibilidad en el PDV: Evalúa aspectos como el espacio en el estante, nivel de exposición, cumplimiento de planogramas y participación de las SKUs por categoría. En el entorno digital, aplica a la usabilidad del sitio, descripciones de productos, clasificaciones correctas y SEO.
3. Exhibición: Verifica la exhibición total (incluyendo puntos extras), ubicación en la tienda y materiales de merchandising visual utilizados.
4. Valor: Analiza no solo los precios, sino también los diferenciales y propuestas de valor que el producto entrega al cliente frente a la competencia. Esto permite negociar mejor con proveedores y minoristas, además de comunicar efectivamente al consumidor final.
1. Investigar al comprador: Reunir información sobre necesidades, expectativas, frecuencia de compra y factores de decisión del público objetivo.
2. Establecer objetivos: Definir metas SMART (Específicas, Medibles, Alcanzables, Relevantes y Temporales) a lograr con la Tienda Perfecta.
3. Involucrar a todos los actores: Alinear expectativas y coordinar acciones conjuntas entre fabricantes, distribuidores y minoristas.
4. Invertir en herramientas: Adoptar tecnologías que permitan recopilar, integrar y monitorear información de manera estandarizada entre los equipos y empresas involucradas.
Una Perfect Store conecta eficientemente a toda la cadena de valor en torno a un objetivo común: brindar una experiencia excepcional al cliente final, optimizando procesos desde la producción hasta el punto de venta físico o digital. Esta metodología integral genera beneficios tangibles para todas las partes involucradas, impulsando la competitividad, las ventas y la lealtad de los consumidores.